Robots que crean robots: el nuevo contrato social de la IA
Sam Altman, CEO de OpenAI, afirma que ChatGPT ya supera a los humanos en muchas tareas y propone una “singularidad suave”, donde la IA impulse un nuevo contrato social. En un manifiesto real del 10 de junio, describe a ChatGPT como núcleo de un “cerebro global” capaz de generar conocimiento, diagnosticar, programar y crear empresas. Para Altman, la superinteligencia es un proceso en marcha que debe ser accesible a todos y gobernado por principios éticos, evitando la concentración de poder. Reconoce riesgos de alineación y el alto consumo energético, pero plantea automatizar la propia producción de IA —robots que fabrican robots— para abaratar costes hasta equipararlos a la electricidad. Ante la disrupción laboral, propone renta básica universal financiada con impuestos al capital, asegurando que la automatización beneficie a la sociedad. Visualiza la década de 2030 como una transición gradual hacia una colaboración humano-máquina que expanda nuestras capacidades sin perder agencia.
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