Más que una herramienta: la nueva relación emocional con la IA

 La nueva función de "súper memoria" en ChatGPT representa un cambio radical en nuestra interacción con la inteligencia artificial. A diferencia de antes, ahora el sistema puede recordar conversaciones pasadas, construyendo una relación continua con el usuario. Esta memoria persistente convierte a ChatGPT en algo más que una herramienta puntual: se convierte en un asistente evolutivo que conoce nuestras preferencias, intereses y necesidades personales, casi como lo haría un amigo cercano.
Esta personalización profunda ofrece ventajas funcionales y emocionales, pero también plantea preocupaciones éticas y de privacidad, ya que implica confiar información sensible a una empresa.
 Además, surge un nuevo dilema: la tentación de sustituir relaciones humanas por interacciones con una IA siempre disponible, empática y libre de juicio. Estamos ante una nueva categoría de software que requiere una forma distinta de relación: ni herramienta ni humano, sino algo híbrido, íntimo y en constante evolución con nosotros.